Soy extraño II
Porque, al contrario que a la mayoría de quienes me rodean, no me gusta la Navidad. Bueno, esto es un poco mentira. Me explico.
No me gusta el sentido familiar que se les da a estas fiestas. No comprendo la obsesión por cenar juntos, comer juntos... No necesito la Navidad para cenar con la gente que quiero. Por eso, o mucho cambian las cosas, o yo seré de esos que se van de viaje en Navidad. Bueno, cuando tenga dinero y novia, claro.
Tampoco me gusta la frase típica: Feliz Navidad. Y el resto del año, ¿no quieres que sea feliz, o qué? Ya en serio, yo deseo que las personas que me importan sean felices. Pero siempre, no sólo en Navidad. Y aunque lo quiero, no voy por ahí diciéndoselo. Estoy convencido de que lo saben.
Y ya no me meto en discutir lo de si la felicidad existe o no, porque es un charco demasiado grande para pisar sin empaparse. Así que lo apuntamos en la lista del debe, y algún día aparecerá por aquí.
Mientras tanto, disfrutad de lo que queráis con quien querías. Porque sí que tengo muy claro que el placer existe.
No me gusta el sentido familiar que se les da a estas fiestas. No comprendo la obsesión por cenar juntos, comer juntos... No necesito la Navidad para cenar con la gente que quiero. Por eso, o mucho cambian las cosas, o yo seré de esos que se van de viaje en Navidad. Bueno, cuando tenga dinero y novia, claro.
Tampoco me gusta la frase típica: Feliz Navidad. Y el resto del año, ¿no quieres que sea feliz, o qué? Ya en serio, yo deseo que las personas que me importan sean felices. Pero siempre, no sólo en Navidad. Y aunque lo quiero, no voy por ahí diciéndoselo. Estoy convencido de que lo saben.
Y ya no me meto en discutir lo de si la felicidad existe o no, porque es un charco demasiado grande para pisar sin empaparse. Así que lo apuntamos en la lista del debe, y algún día aparecerá por aquí.
Mientras tanto, disfrutad de lo que queráis con quien querías. Porque sí que tengo muy claro que el placer existe.
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