27 diciembre 2005

Soy extraño II

Porque, al contrario que a la mayoría de quienes me rodean, no me gusta la Navidad. Bueno, esto es un poco mentira. Me explico.

No me gusta el sentido familiar que se les da a estas fiestas. No comprendo la obsesión por cenar juntos, comer juntos... No necesito la Navidad para cenar con la gente que quiero. Por eso, o mucho cambian las cosas, o yo seré de esos que se van de viaje en Navidad. Bueno, cuando tenga dinero y novia, claro.

Tampoco me gusta la frase típica: Feliz Navidad. Y el resto del año, ¿no quieres que sea feliz, o qué? Ya en serio, yo deseo que las personas que me importan sean felices. Pero siempre, no sólo en Navidad. Y aunque lo quiero, no voy por ahí diciéndoselo. Estoy convencido de que lo saben.

Y ya no me meto en discutir lo de si la felicidad existe o no, porque es un charco demasiado grande para pisar sin empaparse. Así que lo apuntamos en la lista del debe, y algún día aparecerá por aquí.

Mientras tanto, disfrutad de lo que queráis con quien querías. Porque sí que tengo muy claro que el placer existe.

26 diciembre 2005

Soy extraño I

Y es que en estas fechas, me siento aún mucho más raro que de costumbre. Muchas veces diferente en pocos días.

Por orden cronológico, empezaremos con la Lotería. Aunque se nota más en el sorteo de Navidad, esta forma de vida se extiende durante todo el año. Yo no pierdo mi dinero en los juegos de azar.

Soy de ese 17 por ciento de españoles que no se gasta un euro en Lotería de Navidad. Porque no es sólo cuestión de azar. Es cuestión de azar y de probabilidad. Que es otro cantar. No es lo mismo jugar a cara o cruz que a la Lotería.

Probabilidades menores que 0,5 vienen a ser, estadísticamente, pérdidas. Invito a quién quiera a dividir uno entre setenta y cinco mil, y comprobar que es un cero coma seguido de cuatro ceros. O sea, nada.

Luego está la posibilidad de premios menores o de reintegros. Pero vamos, que recuperar lo que se juega (que no es ganar) una de cada diez veces me sigue pareciendo demasiado poco.

Es que debo ser muy ambicioso, yo.

Pero bueno. Que cada cual es libre de perder su dinero de la forma que quiera.


21 diciembre 2005

Eres ateo/a

Vamos hoy con una cita. Ésta me gusta por demás. Por lo simple, por lo ingeniosa, por lo contundente. Su autor se la dijo a un cristiano, pero es extensible a creyentes de cualquier otra religión monoteísta. Ni que decir tiene que la suscribo palabra por palabra:

"
Te digo que ambos somos ateos. Yo simplemente creo en un dios menos que tú. Cuando entiendas por qué descartas tú a todos los otros posibles dioses, entenderás por qué yo descarto al tuyo"

Stephen Roberts

17 diciembre 2005

¿Lo sabías?

Después de que la UE haya dado un ultimátuma al Gobierno para que elimine la exención del pago del IVA de la que disfruta la Iglesia, se reabrirá el debate sobre la financiación. Pronto hablaré de ello, pero mientras, dejo una perla relacionada con el tema. Con la financiación indirectamente y, directamente, con la moral sexual de la Iglesia. El texto no es reciente, pero sirve para iniciar la discusión. Para eso, y para no parar de reír en un siglo, por las gilipolleces que dice. Tomarlo en serio puede hacer que te hierva la sangre. Lo malo es que se permita ¿educar? con textos como éste.

(Para leerlo, pincha sobre él y amplíalo)

En cuanto a su relación con la financiación... este texto se repartió en un colegio concertado. Subvencionado con dinero público. Sí, eso es. Tú estás pagando esto. ¿Qué te parece?

13 diciembre 2005

Así será mientras no cambie

Como esto no ha hecho más que nacer, aunque lleva tiempo gestándose, no quiero arrimar candela todavía. Ya he dicho que quiero que sirva para recoger todo lo que se pase por la cabeza y la actualidad deja bastantes ideas. No renuncio, por tanto, a polemizar; pero no será hoy.

Ayer me presenté yo, y hoy hago declaración de intenciones. Sirvan para ello dos manojos de versos. Serán plato poco menos que habitual en el menú.

Vayan por delante éstos de Sabina que son el introito de su libro 'Ciento volando de catorce'. Él habla de los sonetos, y yo de las futuras entradas de este blog. Vienen, por eso, al caso; y pocos lo dirán mejor:


COITUS INTERRUPTO

Ojalá quien visite este folleto
sea lego en Chaquespiare y en sor Juana,
no compite mi boina de paleto
con el chaleco de Villamediana.

Sacando chispas donde falta lumbre,
si un verso crispa su reverso ampara,
mientras dispara contra la costumbre
de ponerle al buen tiempo mala cara.

Muchos quieren brindar con los amigos,
varios desactivar un exabrupto,
dos o tres avivar el avispero.

Todos, obviando premios y castigos,
duran menos que el coitus interrupto
de tantas despedidas de soltero.

J. Sabina

Y para terminar, cosecha propia. Éstos darán la bienvenida a cuantos pasen por aquí:

Este ya hace tiempo que es pasado.
Este blog acaba de echar a andar.
Si te place, regresa sin cuidado
que este pollo no tiene gripe aviar.

12 diciembre 2005

Mi otro yo

Mi otro yo es un chico guapo, alto y delgado. Presume de sus virtudes y niega que tenga defectos. Es introvertido y antipático, aunque últimamente sonríe más de lo habitual. Cree en Dios, es monárquico y conservador. Racista y homófobo, está convencido de la superioridad de su raza.

Mi otro yo prefiere una película que un libro y, sin duda, el cine antes que el teatro. No le gusta leer y, a pesar de abominar las matemáticas y la física, tampoco le interesan otros temas como la historia o la lírica.

Mi otro yo no está seguro de ser dueño de su vida, y está en lo cierto.

Mientras a mí me reste una brizna de razón, seré yo quien elija. Así que mi otro yo puede darse por jodido. Porque yo, que soy el que vive, elijo que no exista.

Por eso, y porque soy todo lo que él no es. Soy su antítesis y me siento muy orgulloso de ello.